No habría creído nunca encontrar huellas de San Francesco de Asís en esta pequeña iglesia del la Serra de Colserola, en el barrio de Montbau; al llegar he encontrado un señor muy amable, Eugenio, que me ha abierto las puertas del ermita y me ha contado la historia de aquel lugar con una abundancia de detalles que me han arrastrado en aquella época, el 1211, año en que el santo italiano fue a visitar aquel lugar. A pensar en aquella época, sin medios de transporte, sin tripulación adecuada, a las intemperies de la naturaleza y a los miles de peligros acechando, no me sorprende que aquel Francesco, se haya convertido en el San Francesco de Asís que todos conocemos. En todo caso alcanzar este pequeño ermita, partiendo desde la Pedrera de Montbau o del Parque del Cargol, es fácil y el recorrido no presenta ningún obstáculo, apto por una excursión en familia y para que nuestros amigos cuadrúpedos puedan estirar las patas, y ademas se goza de una vista realmente espléndida sobre Barcelona. Si pudiera, le daria seis estrellas a este lugar tan magico.
La navata
L'altare ligneo
Santo Francesco d'Assisi
Santo Ingacio de Loyola
ex voto
Nessun commento:
Posta un commento